He visto la luz

Hola a todos!! Hoy estoy feliz por varios motivos, uno de ellos relacionado con el Master, pero ha habido otro hecho en el día de hoy que me ha hecho ver la luz: he visto un ser absolutamente PURO. Os cuento la historia para que me entendais.

Al salir del Master, a las 18:00, nos hemos dirigido unos cuantos de clase, como siempre, al Metro. A pesar de aligerar el paso todo lo posible porque Amparo tenía prisa, yo ya estaba viendo que no iba a llegar al bus de las 18:40. Pero no era sólo eso, sino que veía que iba a llegar al bus a las 18 y 40 y algo y vería el bus yéndose o me cerraría la puerta en las narices (el otro día lo hizo), cosa que por cierto me irrita bastante porque tengo que esperar otros 20 minutos (aunque la verdad que ya llevo con más paciencia lo de esperar, sé que así es Madrid). Así que la tarde pintaba mal, me estaba temiendo lo peor. Intentando evitarlo, nada más salir del metro eché a correr para ver si cogía el bus (eran y 40 justo en mi reloj), aunque no suelo correr nunca para pillar un transporte. Después de esquivar miles de personas como si estuviese en una carrera de vainas a lo Star Wars (apunte friki), consigo llegar al bus, y justo en la puerta me resbalo y estoy a punto de esnucarme. Menos mal que soy un hombre atlético y equilibrado y conseguí no caerme: es decir, que no me caí porque no me resbalé lo suficiente. Este resbalón parecía un preludio de algo malo, pero nada más lejos de la realidad.

Nada más entrar en el autobús se notaba un aura de pureza, de tranquilidad, un ser que no conocía el mal y con una absoluta paz interior. No sabía muy bien de donde venía, pero era de la parte de delante. Intrigado por este aura me quedé cerca de la parte delantera, donde se encontraban dos chicos jóvenes. Uno de ellos era el conductor, y la otra persona era una chica sentada en los primeros asientos que iba hablando con él. No parecía que pudiesen ser ellos los que generaban esa extraña energía, así que me dispuse a ponerme los cascos para escuchar mi musiquita y tener otro viaje relajado entre los brazos de Morfeo (sobado como un lémur). Y de repente, como entre susurros, llega a mis oídos (de parte de la chica, hablándole al conductor): "pues el otro día nosequé nosecuantos en el Tuenti". Hasta ahí todo normal (qué difícil es no escuchar hoy en alguna conversación de jóvenes algo sobre el Facebook o el Tuenti), pero de repente, algo en el ambiente cambia. El tiempo se vuelve espeso, mi corazón late más despacio, el aura empieza a intesificarse y definitivamente se centra en el conductor. Su respuesta es lo que me demostró que él era ese ser divino y puro que buscaba: "QUÉ ES EL TUENTI?". Los pelos se me pusieron de punta y casi recorre una lágrima mi mejilla, no podía creer que existiese alguien así. La chica tuvo que explicarle lo que era, y deseé que no lo hiciese, que no contaminase una mente limpia de idioteces, pero no pudo ser. Creo que, sin duda, es el nuevo Mesías que debería guiarnos a un nuevo mundo sin redes sociales y donde la gente se hable a la cara y no escriba mierdas en muros virtuales. Yo lo creo así. E incluso me la jugaría y diría que no usa un Mac. Y quizás no sepa ni lo que es, y entonces no tendré ninguna duda de que mi nuevo ídolo es un conductor de la línea 622 Madrid-Las Matas. Este post va para ti, chófer.

P.D: Espero que esto sea lo bastante absurdo para vuestros gustos y que os haya mantenido intrigados. Después de esto quizás me encarguen el guión de El Sexto Sentido 2 o algo así. Tanto si os ha gustado o no, por favor escribid algo por algún lado que así sé que seguís viniendo a mi blog. Un abrazo horizontal a todos